Diplomacia Científica: Una gran misión
La Diplomacia Científica es una de las muchas nuevas tareas que esperan a Bianca Müller en su nueva posición en Colombia. Según lo expresó, está entusiasmada por aprender y seguir consolidando, así como apoyando el trabajo ya realizado en la cooperación entre los dos países.

Hay algo que ya tiene claro Müller: “La ciencia ya no se hace desde la torre de marfil del científico solitario, sino en medio de la sociedad, a través del trabajo conjunto con otros. De hecho, la experiencia en la Unión Europea nos muestra que el progreso científico sólo se consigue mediante el intercambio. Además, la política y la ciencia no pueden separarse. Dependiendo del ámbito en el que intervenga la ciencia, su papel es altamente político.”

Desde su perspectiva de política cultural, destaca: “La Diplomacia Científica va mucho más allá del marco científico o académico. No se trata sólo de que surja una nueva vacuna como resultado de la cooperación entre científicos de diferentes países, sino de una cooperación a largo plazo entre instituciones, y de un aprendizaje y entendimiento cultural. La cooperación en proyectos científicos nos permite aprender unos de otros: ¿Cómo aborda el otro las ideas o las problemáticas por solucionar? ¿Qué y cómo piensa al respecto? ¿Cómo funciona la institución de la que procede el otro? ¿Qué métodos y procesos utilizan?”

Así pues, la Diplomacia Científica como la diplomacia en general, debe contribuir a resolver los problemas y conflictos internacionales y mundiales mediante el entendimiento y el intercambio.