Los Embajadores Científicos del DAAD son docentes e investigadores que han realizado estudios o estadías científicas en Alemania a nivel doctoral o posdoctoral, y que actualmente están vinculados a universidades y centros de investigación en Colombia, Ecuador y Perú.
De manera ad honorem, estos Embajadores Científicos apoyan al DAAD multiplicando la información sobre las oportunidades de movilidad y cooperación con Alemania, principalmente entre los investigadores de esta región de Latinoamérica.

El 19 y 20 de octubre de este año, el DAAD en Bogotá organizó un encuentro en el que participaron 15 de estos Embajadores Científicos. Durante estas jornadas se realizaron diferentes actividades de intercambio de proyectos que ellos están desarrollando o de conexiones que tienen con Alemania en el ámbito científico, que benefician a los países en los que viven.
Igualmente, desde el DAAD recibieron orientación y herramientas que les permiten asumir de una mejor manera su rol como Embajadores Científicos.

En este encuentro también participaron en un conversatorio sobre Diplomacia Científica, Bianca Müller, Jefa de la Sección de Cultura, Prensa y Ciencia de la Embajada de Alemania en Bogotá, y Susan Benavides, Directora de Gestión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad de América en Bogotá y miembro de la Mesa Intersectorial de Diplomacia Científica – MIDICI, una iniciativa creada en el 2020 por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Colombia (Minciencias), junto a la Cancillería y otros actores estatales.
Este conversatorio fue enriquecido por la moderación de la Dra. Daniela Celleri, Embajadora Científica del DAAD en Quito, Ecuador, quien amplió la conversación hacia las perspectivas ecuatorianas y peruanas.

Por su parte, el Dr. José Jara, Embajador Científico del DAAD en Cuenca, Ecuador, junto a Franca Funk, becaria alemana del DAAD que está realizando sus estudios de Maestría en Bogotá, hicieron una presentación sobre el proyecto en el que trabajan de manera conjunta para la construcción de canoas solares en la Amazonía ecuatoriana, en pro del bienestar de varias poblaciones de esa zona.
Para conocer más sobre este trabajo, se puede consultar la entrevista que hicimos a Franca Funk, disponible en nuestro Boletín No. 11.

En este encuentro también participaron la Dra. Mónica Ibagón, Embajadora Científica de la Fundación Alexander von Humboldt, y la Dra. Yenny Hernández, Presidenta del Club Alexander von Humboldt en Colombia. Juntas dieron una nutrida charla acerca de sus roles y de los alcances de su gestión, brindando información acerca de las oportunidades que ofrece esta fundación alemana a los investigadores.

¿POR QUÉ EL INTERÉS EN LA DIPLOMACIA CIENTÍFICA?
En el contexto del sur global y de las economías emergentes, entre las que se encuentran Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, uno de los objetivos principales de la Diplomacia Científica es el desarrollo de capacidades y gestión de recursos para formar parte de la comunidad científica global.

La Diplomacia Científica busca convertirse en una arista de la política pública o exterior, fomentando la toma de decisiones de los gobiernos para que, con base en los hallazgos científicos, se formulen políticas públicas o exteriores en beneficio de la sociedad y la convivencia internacional de las naciones, pero también para garantizar la libertad de la ciencia misma.
La Diplomacia Científica se centra en la ciencia como medio para conectar países y para resolver problemas de carácter global; entre otros, promover la paz, tomar decisiones informadas para hacer frente a la crisis climática, afrontar problemáticas y buscar soluciones entorno a la salud global, solo por mencionar algunos de sus frentes.

La inédita cooperación con el medio científico mundial que sucedió en el 2020 para la elaboración de políticas internacionales frente a la pandemia por COVID-19, es un gran ejemplo de las acciones derivadas de la Diplomacia Científica.

Para Alemania las acciones de Diplomacia Científica no son completamente nuevas. Alexander von Humboldt puede considerarse en los términos actuales como uno de sus primeros Embajadores Científicos. Si bien su trabajo se desarrolló en el marco de un proyecto colonial europeo, el relacionamiento que llevó a cabo con científicos de muchas partes del mundo, sentando las bases de una red científica internacional, también contribuyó a movimientos ilustrados que se basaban en los derechos fundamentales de la libertad humana en general y en la libertad científica en especial.

La red internacional de científicos también fue fundamental para que desde 1950, año en el que Alemania estableció una fuerte política exterior en Diplomacia Científica tuviera sus frutos. En efecto, después de las dos grandes guerras mundiales del siglo XX, siendo Alemania un “paria” internacional, la gran inversión de fondos en instituciones alemanas en el mundo como el DAAD, el Goethe-Institut o la Fundación Alexander von Humboldt, pudieron prosperar gracias al contacto con la comunidad de científicos que tuvo que huir de Alemania y que buscó refugio en diversas zonas del mundo.
Esta migración forzada que se vivió por las circunstancias derivadas de la posguerra, hizo que muchos científicos alemanes buscaran apoyo y cooperación en colegas investigadores en distintos lugares del mundo, particularmente en Estados Unidos. Esa acción de la Diplomacia Científica alemana fue clave para recuperar la confianza en Alemania en el ámbito científico, y es un buen ejemplo que permite explicar porque el DAAD es, hasta hoy, la institución más grande en temas de movilidad académica y científica desde y hacia Alemania, y también permite entender la importancia de la misión que lleva a cabo.